Morelia, Mich.,.- Ante la militancia blanquiazul, Ignacio Alvarado Laris, precandidato del Partido Acción Nacional (PAN) al ayuntamiento de Morelia, declaró que toda vez que la base de una buena administración municipal y estatal radica en mantener finanzas sanas -y en su experiencia como tesorero municipal en el periodo de 1996 a 1998 el lograr eliminar la deuda del municipio se tradujo en una drástica elevación de las condiciones de vida de los morelianos- urge colocar un freno para evitar que el municipio sea arrastrado por los graves problemas financieros que actualmente atraviesa Michoacán con una deuda pública de 10 mil millones de pesos.
Para ello, explicó que Morelia requiere un gobierno municipal responsable en el uso de sus finanzas, toda vez que el bajo perfil de quienes han llegado a gobernar en cuanto al desconocimiento en la materia e inexperiencia para el manejo de los recursos, es uno de los principales factores que motivaron las severas crisis económicas que ‘golpean’ directamente a la población.
El contador especialista en fiscalización indicó que contrario a continuar profundizando el déficit financiero al que se condena a las próximas generaciones de morelianos, el municipio requiere que se trabaje comprometidamente en reducir, e incluso eliminar, el endeudamiento contraído por las administraciones pasadas para que así las recursos públicos puedan ser ejercidos plena y directamente para brindar mejores servicios para los ciudadanos, en vez de utilizar un parte importante del presupuesto para el pago de intereses crediticios interminables, derivados del dispendio de las arcas municipales.
Por ello, urgió, “la capital del estado y el resto de Michoacán requiere que sus gobernantes y funcionarios públicos cuenten con un perfil apto para llevar a cabo un uso efectivo y consciente del ya acotado presupuesto de los municipios para brindar auténticas condiciones de bienestar a la población”.
Es así que remontándose a los grandes logros que obtuvo como tesorero municipal al eliminar una deuda heredada por la anterior administración que ascendía al 25 por ciento del total del presupuesto del municipio, correspondiente a aproximadamente 24 millones de pesos, detalló que “el importante ahorro de recursos públicos se canalizó a grandes inversiones de obra pública sobre todo en la zona rural, garantizando alumbrado en las calles, pavimentaciones en vías de tierra, perforación y equipamiento de pozos para las colonias que carecían de algo tan básico como lo es el agua, así como incontables beneficios directos a la ciudadanía, devolviéndoles la dignificación de sus condiciones de vida”.
Asimismo, puntualizó que lo anterior fue posible gracias a la implementación de “un plan de austeridad real por parte del ayuntamiento, donde ejercimos un muy responsable y consciente gasto corriente, restringimos el uso de los vehículos oficiales a asuntos únicamente laborales, redujimos la compra de vehículos así como el consumo de gasolina, y limpiamos la nómina de personal que entonces cobraba injustificadamente en el ayuntamiento, entre otras medidas”.
De igual forma, añadió que gracias a una intensiva e integral labor fue posible impulsar una mayor realización de obra pública al bajar recursos adicionales de la Federación, así como también se sometió a un serio control administrativo la ejecución de construcciones y los concursos de licitación.
“Y Morelia requiere eso de vuelta, autoridades comprometidas con hacer una función excepcional porque así lo demandan las actuales condiciones de la entidad, que no lleguen a experimentar o a ’aprender’ como llevar las riendas de una administración pública, y que todas las acciones que encabecen estén encaminadas a un sólo objetivo: condiciones de vida dignas para los morelianos y garantizar mejores oportunidades para todos”, concluyó.